Voy a viajar. ¿Qué hago con mi gato?
¿Las vacaciones están llegando y usted va a viajar con la familia completa? ¿Y cómo queda el animalito, va junto o se queda en casa? ¡Estas cuestiones no es tan simple contestarlas, pero vea algunas informaciones útiles para garantizar el bienestar del gatito y garantizar su tranquilidad!
¿Puedo dejar a mi gato en casa cuando voy a viajar?
Si usted conoce a alguien que tiene responsabilidad y que le gustan los gatos, es una buena alternativa, porque los gatos, al contrario de los perros, suelen ser más caseros y poseen rutinas fijas. Si usted no tiene a alguien responsable y de su confianza, ya existen servicios de Pet Sitter, que son personas habilitadas para cuidar a su gatito, pero atención, siempre certifíquese de las capacidades de esos profesionales.
¿Hotelito?
Hotelitos son hoteles específicos para pets. Y hospedarlo en lugares como esos dependerá de la personalidad de su gato. Si es más tranquilo y ya está acostumbrado con ese tipo de situación, el lugar es de su confianza y tiene espacios amplios, el hotelito puede ser una buena solución. Es importante conocer los lugares antes de dejarlos, para poder evitar problemas más grandes. Si su gato es más medroso, tímido o tiene dificultades de adaptación, ir a un hotel será una experiencia muy desagradable y estresante, lo que será extremamente perjudicial para la salud de él.
Tendré que viajar con mi gato. ¿Qué hago?
En ese caso, algunas precauciones también serán necesarias para que su felino sienta el menor incómodo posible. Independiente del tipo de transporte que se utilizará, es importante que usted tenga una caja de transporte para gatos. Lo ideal es que antes de viajar él ya utilice la caja para ir acostumbrándose con el lugar donde se quedará durante el trayecto, y no en el momento del transporte. Es indicado que él tenga algunos de sus juguetes preferidos para que se distraiga.
En el caso de viajes de avión es necesario conocer las reglamentaciones de la Agencia Nacional de Aviación (ANAC) y de la Compañía Aérea. En el caso de no cumplimiento de algunas de las normas, no se permitirá el embarque. Es importante poner atención a la alimentación del gato. Lo indicado es que él no coma, como mínimo, unas tres horas antes del viaje, ni durante el viaje, pues necesitará ese tiempo para hacer la digestión y no pasar mal durante el transporte.
Los lugares de hospedaje son menos comunes con relación a los que aceptan perros, por lo tanto, certifíquese de que ellos aceptan gatos. Esos lugares también podrán cobrar una tasa extra por la presencia del animal.
¡Acuérdese! Antes que nada está el bien estar de su animalito, eso es lo más importante. Intente hacer lo posible para que su gatito tenga el menor impacto posible con esos períodos de vacaciones. Estas informaciones se pueden adaptar a cada situación, pues cada tutor conoce mejor que nadie a su felino.
Buenas vacaciones para usted y para su compañero.