Utilizamos cookies para ofrecer una mejor experiencia, mejorar el rendimiento, analizar cómo interactúas en nuestro sitio y personalizar contenido. Al utilizar este sitio, aceptas el uso de cookies.

VER POLÍTICAS

14.12.2018

FIV y FeLV – ¿Cuáles son los síntomas y cómo prevenir?

Quienes tienen gatos posiblemente ya escucharon hablar o tienen alguna

duda sobre estas dos peligrosas enfermedades: FIV y FeLV. Conoce un poco

mejor cada una de ellas y aprende sobre sus síntomas y prevención.

El virus de la leucemia felina (FeLV) y el virus de la inmunodeficiencia felina

(FIV) están distribuidos mundialmente y afectan principalmente a felinos

domésticos, además de también afectar otras especies de felinos. La

prevalencia de las infecciones por estos agentes es variable entre las

diferentes regiones geográficas, y se relata más incidencia de estas

enfermedades cuando existe una alta densidad poblacional de felinos errantes

y de vida libre. Los virus FeLV y FIV son miembros de la misma familia

(Retroviridae), pero pertenecen a géneros distintos, y están asociados con

diversas condiciones mórbidas en los felinos domésticos.

La infección por el FIV vuelve a los animales más susceptibles a otras

infecciones y al desarrollo de neoplasias, pues está asociado al desequilibro

del sistema inmunológico de los animales. De esta forma, el virus no está

directamente relacionado a las manifestaciones clínicas encontradas, y son

las infecciones secundarias las responsables por las condiciones mórbidas

encontradas. Las alteraciones clínicas son numerosas y tienen gran variación

según la etapa de la infección.

El virus de la FIV es normalmente transmitido por el contacto directo de

animales infectados con animales sanos, ocurriendo mayoritariamente por

medio de mordidas y arañazos durante episodios de peleas y disputas en las

interacciones sociales entre felinos. Los animales infectados generalmente

poseen una sobrevida alta, lo cual expone a los animales de su convivio al

riesgo de infección viral.

En la FeLV las señales clínicas presentadas son variadas e inespecíficas,

pues dependen del sistema desarrollado en la infección y de la manifestación

de enfermedades secundarias. Las manifestaciones clínicas normalmente

encontradas en animales positivos para este agente son neoplasias,

inmunosupresión, desórdenes hematológicos, síndromes reproductivos y

neurológicos. Además de estas señales, los animales positivos pueden

presentar pérdida de peso, fiebre, deshidratación, diarrea, conjuntivitis e

infecciones orales.

La transmisión ocurre por el contacto directo entre gatos positivos para FeLV y

animales sanos, siendo que el virus es eliminado principalmente por la saliva.

El virus también está presente en la sangre, secreción nasal, lágrimas, heces

y en la leche.

La prevención de la transmisión de estas virosis consiste principalmente en

evitar el contacto de animales sanos con animales positivos para los virus. El

control de la circulación de felinos, evitando el contacto con animales que

andan por las calles, puede contribuir con la disminución de la incidencia de

estas enfermedades en las poblaciones de felinos. Además de evitar el

contacto, actualmente existen vacunas comerciales que ayudan en la

prevención y control de estas enfermedades.

Para el diagnóstico de los virus FIV y FeLV, se pueden realizar diversos

análisis de laboratorio específicos. Además, existen pruebas rápidas,

conocidas como pruebas SNAP, que pueden ser utilizadas por médicos

veterinarios, como una herramienta auxiliar en el diagnóstico de estas

enfermedades.

Por lo tanto, recuerda de llevar regularmente a tu mascota al médico

veterinario, para el acompañamiento y monitoreo constante de la salud de tu

minino. Con estos cuidados estarás proporcionando una vida larga y sana a tu

amiguito.

Gabriel Victoria Martins

Médico veterinario

CRMV-RS 16272

Gestor Técnico Comercial de Nutrire Indústria de Alimentos Ltda.