Los perros y gatos también pasan por la adolescencia, explica un especialista
Créelo: los animales también tienen adolescencia y pasan por esa etapa difícil
con rebeldía. Pereza, desobediencia y deseo de libertad son algunas de las
características de ese período después de la infancia para los niños, pero
perros y gatos también presentan los mismos síntomas.
El médico veterinario Cleiton Rupolo, especialista de Nutrire (industria de
alimentos de alta performance para mascotas), explica lo que ocurre en esa
etapa y de qué forma los tutores deben actuar para asegurar el bienestar del
animal
Perros
Tal cual ocurre con los niños, los perros también salen de la infancia y entran
en la más conocida como “etapa de rebeldía”. Además de los cambios físicos,
alteraciones comportamentales ocurren y saber cómo lidiar en ese período es
muy importante.
“La adolescencia de un perro surge en el comienzo de los seis meses de edad
y va hasta los 18 meses, como máximo. La producción mayor de hormonas
conlleva a cambios de intereses y pueden complicar la relación de las
mascotas con sus tutores”, explica. Pero, afecto y determinación van a ayudar
a pasar esa etapa de forma tranquila y feliz con tu mascota.
En esa etapa, el entrenamiento del perro requiere más paciencia, consistencia
y persistencia. “Es bueno que todos utilicen las mismas palabras de comando
y comprendan que todo lo que el animal aprenda ahora, lo llevará para la
etapa adulta”, agrega.
Cuando el perro ya es adiestrado, puede ocurrir que no obedezca como
antes, por eso la paciencia es el secreto de la comunicación eficiente. “La
etapa de la adolescencia no es fácil para el animal y la rebeldía pasará con el
tiempo”, dice.
Además, el perro puede ponerse más valiente e instigado a nuevos
descubrimientos. Lo ideal es no abrir mano del collar a la hora del paseo, por
ejemplo, principalmente porque ellos desearán explorar nuevos lugares y hay
peligros inminentes si la mascota sale corriendo por la calle.
“El animal adolescente puede desear la presencia de otros compañeros, pero
los juegos no deben pasar del límite. Muchas hembras, por ejemplo, no
aceptarán la compañía de otras hembras – lo cual puede generar
confrontaciones”, alerta el Dr. Rupolo.
Los machos suelen interesarse por las hembras en ese período y también
tienen la tendencia a marcar el territorio, lo que también puede generar peleas
con otros machos. Todo cuidado es poco. “No te olvides de dejar siempre
claro quién es el líder, pero evita puniciones, gritos y rezongos – eso solo aleja
tu perrito de ti. El afecto es siempre la mejor forma de lidiar con la rebeldía de
tu mascota”, evalúa.
Gatos
Aprender y jugar son los lemas de un gato adolescente. Además de ser más
cariñosa, la mascota en esa etapa de la vida es llena de energía y necesita
divertirse bastante para gastar todo eso. Al mismo tiempo, los felinos también
suelen dormir más que cuando eran cachorros. “Por lo tanto, que no te
extrañe si el animal descansa 15 o 16 horas en el día”, dice el especialista.
El Dr. Rupolo también alerta para los incómodos muebles estropeados. “Si no quieres tener sofás y sillones rascados, lo ideal es invertir en un rascador,
pues el gatito adolescente es extremadamente curioso y cualquier ambiente
puede tener muebles interesantes y atractivos para afilar las uñas”, sugiere.
A pesar de que los juegos aún son la gran atracción del gato adolescente, otra
cuestión importante es la demarcación del territorio – que lo hacen tanto
machos como hembras. “La orina fuera de la caja de arena es la forma más
común de demostrar que aquel ambiente es del animal y de nadie más”, dice.
La castración es la forma más segura de evitar ese comportamiento – además
de ser importantísimo para la salud del felino. “Una gata en celo puede
molestar a los vecinos y es muy incómodo para el minino. Por eso, es siempre
indicado pedir orientación sobre el procedimiento a un veterinario de
confianza. Teniendo en cuenta que la sobrepoblación de animales domésticos
es un caso de salud pública, la castración ayuda a evitar el abandono de
cachorros, impide las camadas no deseadas y prolifera la cultura de la
posesión responsable”, revela el veterinario.
Independientemente de que tu compañero sea cachorro, adolescente, adulto
o mayor, sé paciente y afectuoso con él. Hay muchos mitos en torno de los
gatos, uno de ellos es que no son tan apegados a las personas. Pero esos
animales también se sienten acogidos, cuidados y seguros cuando están con
sus tutores. Un gatito adolescente necesita solamente atención e interacción
para que crezca sano y se vuelva un adulto feliz.